La Maria hace del dolor belleza con su excelente primer larga duración ‘Robina’
Tras el éxito de su EP de debut L’Assumpció, La Maria presenta su primer larga duración titulado Robina
Las doce piezas que conforman el nuevo disco han sido producidas por Tono Hurtado y dan lugar a una bellísima colección de canciones a flor de piel que nos guían por un itinerario de caída, hundimiento y reconstrucción
La Maria se consagra con Robina como una de las voces más emocionantes del panorama musical del país, con una propuesta única de música tradicional del siglo XXI
La presentación oficial del disco 'Robina' será en Barcelona el próximo21 de marzo en el C·A·T dentro del Festival Barnasants
“Cantaba para curar toda su agonía”. Con la transparencia de un solo verso, La Maria explicita el núcleo argumental de un disco donde, tomando impulso del EP precedente, se sumerge en la oscuridad de los abismos personales para salir fortalecida y purificada. Robina es una inmersión a pulmón abierto en las profundidades más turbias e inquietantes del desgarro emocional. Un azaroso ejercicio de repliegue interior, ordenación del dolor y provisión de autocuidados, vehiculado mediante un bellísimo puñado de canciones a flor de piel que nos guían por un itinerario de caída, hundimiento y reconstrucción.
Son canciones que, a veces, se abrazan a la tierra y se nutren de memoria antigua, con unos fandangos serpenteantes —donde se reconocen los rasgos familiares del fandango del tío Mario y de Cofrents— y un arrebato por la de l’u que corta la respiración. Otras, en cambio, se elevan con vertiginosa ingravidez mientras el entramado electrónico que las acompaña se agita en el contrapeso.
Sorprende la naturalidad con la que se intercambian alas y raíces mientras el color rojo —el rojo de este rubí en femenino que da título al trabajo— se adueña de las metáforas y tiñe la omnipresente imaginería religiosa —adoración, consagración, Virgen María— de amargura, consuelo y autoafirmación.
E impresiona aún más cómo se transfigura la voz de la protagonista —colocación, dinámica, color— a medida que avanza en el proceso de sanación, cómo recorre prácticamente la totalidad de su arco expresivo a lo largo de la catarsis sentimental, cómo transita de la fragilidad y el desfallecimiento hacia una entereza y determinación aún vulnerables, pero armadas con una asertividad triunfante por el milagro sanador de la canción. “Haz de tu dolor un arpa”, escribía Kostas Karyotakis. Quizás no haya en la música contemporánea una respuesta más fiel ni más conmovedora al elogio del poeta griego que esta Robina, engendrada desde la pena, la resiliencia y una rara y vivísima sensibilidad.
Josep Vicent Frechina
